martes, 10 de septiembre de 2013

EL ECO PERENNE DEL GAYATRI MANTRA

Desde hace miles de años, en todo el mundo, durante el alba y el ocaso, millones de personas cantan o recitan las siguientes palabras: 

Om. Bhur bhuvah svah, dad savitur vareniam,
Bhargava devasya dhimahi,
Dhiya yo nah pracodayat.

Se trata del famoso "Gayatri Mantra", un breve fragmento del himno 62 del tercer libro (o mandala) del Rigveda, la obra literaria más antigua conservada en cualquier lengua indoeuropea, escrita en védico, el antecesor del sánscrito.

Esta estrofa ha sido traducida en un sinfín de ocasiones a la práctica totalidad de las lenguas del mundo y existen de ella multitud de versiones. Un texto en español, respetuoso con su literalidad y aspirante, al mismo tiempo, a la máxima claridad, puede ser formulado así:

¡Om! Que en la Tierra, el Aire y el Cielo,
la gran gloria del divino Savitri
dé vida a nuestros anhelos. (*)

La universalidad del sánscrito se manifiesta en todas partes, a lo largo de los siglos y por los medios más insospechados, incluso a través de una aparentemente humilde invocación cuyo eco ilumina, con poquísimas palabras pero vivísimo fulgor, el perenne afán de trascendencia de los seres humanos.


(*) "Om" es la palabra más sagrada del hinduismo y expresa el Absoluto. "Savitri" es una divinidad solar, personificación del crecimiento y de la revitalización.
 

 

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